El diálogo es la base de la pareja, y si nuestras palabras no son recibidas y entendidas de manera correcta, es muy probable que cada discusión termine en pelea. Por eso, es imprescindible fomentar una buena comunicación.
– Encontrar el momento adecuado y el lugar apropiado es gran parte del éxito de la charla; de nada sirve comenzar a hablar mientras nuestra pareja está mirando su programa favorito, por ejemplo, o mientras haya terceros en el lugar.
– Otra de las claves es ser concreto y evitar reproches innecesarios. Claro que algunos momento resulta sumamente difícil ser objetiva y dejar de lado otras cuestiones que también nos afectan; pero sólo debe abordarse un tema por vez para, poco a poco, ir llegando a acuerdos parciales que beneficien a ambos.
– Por último, esa palabrita que algunas veces tanto nos cuesta: escuchar. Todo diálogo necesita del silencio de uno para darle lugar al otro, de lo contrario sería sólo un monólogo sin respuestas. Entonces, también cuando la otra persona exprese sus sentimientos debemos prestar atención y, al menos, intentar dar una respuesta desde el corazón.